Cuando somos invitados a una boda surgen muchos preparativos, que organizar para lucir magníficas ese día, a pesar de que no seamos nosotras las protagonistas.
¿A quién no le gusta ir a una boda y lucir espectacular? Ropa, zapatos, maquillaje, peinado... Son muchos los aspectos a los que prestar atención para lucir así.
Sin embargo, cuando tenemos niños en casa, la cosa se complica un poco. Además, de pensar en nosotras mismas, debemos tener en cuenta cómo debemos vestir a nuestros hijos para acudir a la boda.
Y en el caso de nuestros pequeños y pequeñas, no vale cualquier cosa.
A nosotras, en muchas ocasiones, no nos importa no ir tan cómodas, si lo que pretendemos es lucir guapísimas. Por eso, calzamos tacones altísimos, que no suelen ser los zapatos más cómodos, o vestidos ajustados, que nos impiden movernos con completa libertad. Todas esas excusas, para los niños no vale. Ellos, lógicamente, no entienden del “para presumir hay que sufrir”. Precisamente, porque ellos no pretenden presumir de nada. Si no, disfrutar y pasárselo bien, y para ello necesitan estar cómodos
y sentirse libres. Por eso, en este artículo, queremos darte los mejores consejos para saber cómo vestir a tus hijos para acudir a una boda.
Consejos para vestir a los niños y bebés en una boda
Antes de tomar la decisión de qué ponerle, debemos tener en cuenta si nuestros hijos participarán en ella como pajes, niños de las arras o los anillos. En estos casos, la mayoría de las veces, son los novios los que suelen marcar unas pautas en la vestimenta de los niños, para que vaya acorde con la temática e inspiración de la boda. No obstante, nuestra recomendación es evitar, que estos se conviertan en novias y novios en miniatura, y disfrazar a los pequeños. Debemos optar por adaptar su vestimenta a una ocasión tan especial, simplemente. Si fuera este el caso, y necesitáis inspiración para vestir a los pajecillos de la boda, puedes echar un vistazo a la colección de ropa infantil y de bebé de Paz Rodríguez para ocasiones especiales.
En la mayoría de los casos, el cortejo nupcial, como suele llamársele, suelen vestir en colores claros, neutros y naturales como los blancos, tostados, beige, azules claros... Además, en el caso de las niñas, en ocasiones las complementan con pequeñas flores naturales en el pelo.
Sin embargo, si tus hijos son invitados a la boda, sin cumplir una función como las descritas, tienes total libertad para vestirlos, teniendo en cuenta una serie de aspectos importantes para su bienestar.
Para comenzar, debes tener en cuenta la edad. Si se trata de un bebé el tipo de ropa no será la misma que aquella con la que vestiremos a un niño de 5 años, por ejemplo. En el caso de los bebés, la ropa para ir a la boda será sencilla, pero un tanto formal.
En muchas tiendas de ropa para bebés, puedes encontrar peleles, ranitas o pantalones cortos, blusones y vestiditos vaporosos ideales para nuestros pequeños. Este tipo de prendas, tenemos las suerte de poder usarlas hasta los 4 años de nuestros hijos.
A partir de los 5 años, el tema cambia un poco. Nuestros hijos van creciendo y sus gustos se van formando. Por ello, en ocasiones, no siempre es fácil vestirlos con la ropa que queremos y ellos intentan participar en la decisión.
En el caso de la ropa de niña para una boda, los tejidos como el plumeti, el tul, organza... en prendas como vestidos o faldas de vuelo, serán todo un acierto. Para ellos, desde los 5 hasta los 8 años, podemos vestirlos utilizando complementos como las pajaritas, o las corbatas acompañando a bonitas camisas en tonos claros.
En cualquiera de los casos, debemos tener en cuenta la etiqueta de la boda y la formalidad de esta. Dependiendo de ella, moldearemos el nivel de formalidad con el que vestiremos a nuestros hijos.
Por otra parte, cuando se trata de niños más mayores con edades entre los 10 y los 15, la cosa cambia. En estos casos, suelen ser ellos los que decidan en mayor medida qué quieren ponerse para ir a la boda, aunque nosotras podemos ayudarlos a orientarlos un poco. La clave del éxito en estos casos, está en encontrar el punto medio. Nada de vestidos muy infantiles ni de vestir como un adulto, puesto que aún no
lo son.
Aspectos a tener en cuenta para vestir a los niños y bebés para una boda
Con independencia de nuestros gustos y estilos, debemos de ser conscientes de ciertos aspectos a la hora de tomar una decisión. Lo más importante es que se sientan cómodos y a gusto con la ropa que llevan puesta, por eso debemos respetar su opinión y estilo, sin salirnos del protocolo. Sobre todo, si se trata de niños más mayores, entre 10 a 15 años, que pueden sentirse ridículos con una ropa que nos les gusta. La
comodidad es vital para ellos, que quieren pasarlo bien y jugar con el resto de niños.
Como decíamos antes, vestir a los niños adecuadamente para una boda, no implica disfrazarlos.
Los niños no son adultos, por lo que no podemos pretender vestirlos de la misma forma pero con tallas
más pequeñas, con trajes que anulen su aspecto infantil.
Lo mismo sucede al contrario, cuando nuestros hijos han crecido pero tratamos de vestirlos con estilos más infantiles de la edad que tienen.
Usa tejidos y telas con las que se sientan cómodos, no sólo se trata de las prendas.
Imagina, que tu niña se pasa todo el día quejándose, molestas, incómoda y disgustada porque el vestido que lleva puesto le pica o le da mucho calor. Evita superponer diferentes capas de ropa o conjuntos que sean complicados de deshacer, sobre todo para cuando tengan que ir al baño. Si les cuesta demasiado, podrían tener accidentes indeseados.
Nosotros, como adultos sacrificamos nuestra comodidad y temperatura corporal, pero ellos no. Para ellos, lo más importante es sentirse cómodos con ropa que no les prive de poder jugar. Las bodas no son tan divertidas para tus hijos como para ti, por ello no debemos privarles de lo único divertido que tienen: jugar con otros niños.
Tampoco debemos olvidar el tema de los zapatos. Por encima de todo, evita que ese día estrenen zapatos nuevos. Muy probablemente, les causarán heridas y ampollas.
Esta es una situación de lo más desagradable para cualquiera en una circunstancia así, por lo que, imagínate para un niño.
Nos leemos pronto, ¡Feliz semana!
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